A VILAVELLA: Non se preocupe o señor Quevedo polas miñas medidas...

Estuve estos días de fiesta con mi amigo Inda Cho Sei en su pueblo. Pobre hombre: se pasa las fiestas de aquí para allá, sin parar un segundo. Y encima con una herida inconfesable en salva sea la parte.
Resulta que tiene una perra mastín de gran porte, a la que le ha dado por perseguir lobos por la sierra. Inda, como medida de prevención, le compró unas carlancas metálicas en la feria de Porto, y las estrenó el otro día. Y digo bien, que él también las estrenó: nada más colocárselas en aquel poderoso cuello, la perra metió su cabeza entre las piernas de mi amigo, dejándole los perendengues como un queso de Gruyère de la Francia.

Buenas tardes Dn. Telesforo, me alegró un monton que usted estuviera con nuestro amigo común Dn Inda Cho Sei, sabía que el tiene una perra mastín enorme pero no tenia conocimiento del accidente producido con las carlancas de la perra. Yo le recomiendo que a partir de ahora cuando saque la perra de paseo se ponga unos calzoncillos de esparto fuertes para protejer sus perendengues.

Un abrazo fuerte para los dos.

Non se preocupe o señor Quevedo polas miñas medidas preventivas. Xa lle encarguei a unha cesteira da Moimenta, que veu á feira da Tuiza, unha ducia de calzóns de vimbio, que os ovos sempre se conservaron mellor nas canastras que nese esparto que non ven sendo autóctono.
Graciñas mil.