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A VILAVELLA: Apreciado Telesforo, me alegro de su retorno al foro,...

Ruego perdonen mi poca participación en los foros últimamente.
Otras ocupaciones científicas me absorben por completo las veinticuatro horas del día.
Estos últimos meses estuve estudiando todo lo relativo a los accidentes de aviones que se sumergen en los océanos, y después de muchísimas horas he llegado a la conclusión irrebatible de que hay más aviones en el lecho marino que submarinos en el cielo.
Ahora que viene la primavera, continuaré con los estudios sobre la "mazacuca" y sus posibles beneficios para la humanidad, sin olvidarme de las demás excrecencias que se desarrollan en el roble.

Apreciado Telesforo, me alegro de su retorno al foro, pues considerando y valorando su valía como científico a petición de mi jefe que tiene una flota de camiones trabajando en una carretera aquí en Pernambuco me dice si podía estudiar las ruedas de los camiones de manera que no pincharán tanto, claro que son cosas de mi jefe, que tiene por costumbre reírse de mí, pero la verdad es que según cuenta todos los días se le pinchan cuatro o cinco camiones.
Un cordial saludo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mi querido amigo Zé de las Carvajas, referente a las ruedas de los camiones de tu jefe he de recordarte que el primer transportista de las Américas fue Sebastián Aparicio, un labriego de La Gudiña, quien hace más de cinco siglos construyó los primeros carros de aquel continente, idénticos a los nuestros, desbravó caballos, vacas y toros que pululaban por los campos de Méjico, y sustituyó las espaldas de los indios por flotas de cantarines carros gallegos, como vehículos de carga entre Puebla de Los ... (ver texto completo)