FRAGA TENTÓ A FELIPE
El 30 de abril de 1.976 el entonces Vicepresidente del Gobierno, Manuel Fraga, cenó en casa de Boyer con los socialistas Felipe González y Gómez Llorente.
Y tentó a Felipe. Aún sin tener cuernos, ni rabo, ni oler a azufre, Fraga propuso a González una versión actualizada del Pacto de El Pardo, llevado a cabo entre Cánovas y Sagasta en 1.855. Estaba convencido de que él iba a ser quien mandase en España durante el próximo lustro.
--Usted me deja a mi gobernar sin problemas ahora cinco años y yo le dejo a usted gobernar los cinco siguientes.
González no le contestó. Habló muy poco durante la cena. Se limitó prácticamente a escuchar las tensas discusiones entre Fraga y Gómez Llorente.
Así mismo les propuso la no legalización del Partido Comunista antes de las primeras elecciones. Felipe tampoco aceptó el trato:
--Nosotros no pediremos nuestra legalización si no se legalizan todos los demás. No podemos permitir que nos acusen de colaboracionismo con una democracia descafeinada.
--Pero si vuelve la Pasionaria --insistió don Manuel-- no voy a tener policías suficientes para protegerla y evitar que la maten.
No los convenció. La velada terminó a las doce de la noche, cuando el futuro patrón de la derecha (al que llamaban Tractor Thompson en la Universidad) se levantó y dio por terminada la reunión con una advertencia:
--Confío en que el Primero de Mayo, que es la primera fiesta del trabajo sin Franco, la gente se porte bien.
El 30 de abril de 1.976 el entonces Vicepresidente del Gobierno, Manuel Fraga, cenó en casa de Boyer con los socialistas Felipe González y Gómez Llorente.
Y tentó a Felipe. Aún sin tener cuernos, ni rabo, ni oler a azufre, Fraga propuso a González una versión actualizada del Pacto de El Pardo, llevado a cabo entre Cánovas y Sagasta en 1.855. Estaba convencido de que él iba a ser quien mandase en España durante el próximo lustro.
--Usted me deja a mi gobernar sin problemas ahora cinco años y yo le dejo a usted gobernar los cinco siguientes.
González no le contestó. Habló muy poco durante la cena. Se limitó prácticamente a escuchar las tensas discusiones entre Fraga y Gómez Llorente.
Así mismo les propuso la no legalización del Partido Comunista antes de las primeras elecciones. Felipe tampoco aceptó el trato:
--Nosotros no pediremos nuestra legalización si no se legalizan todos los demás. No podemos permitir que nos acusen de colaboracionismo con una democracia descafeinada.
--Pero si vuelve la Pasionaria --insistió don Manuel-- no voy a tener policías suficientes para protegerla y evitar que la maten.
No los convenció. La velada terminó a las doce de la noche, cuando el futuro patrón de la derecha (al que llamaban Tractor Thompson en la Universidad) se levantó y dio por terminada la reunión con una advertencia:
--Confío en que el Primero de Mayo, que es la primera fiesta del trabajo sin Franco, la gente se porte bien.