Espero que hayáis hecho algún magosto para rememorar y añorar reuniones y momentos entrañables con la familia y amigos. De nuevo aparecen nubarrones en nuestro hacer cotidiano. Con nuestra responsabilidad, contribuimos a que pronto dejen pasar un rayo de luz y esperanza que nos devuelva nuestro modo de vida, con nuestros propios altibajos, pero con capacidad de solventarlos y capearlos.
Un abrazo para todos desde la añoranza y el calor de la familia con la que nos esté permitido compartir.
Un abrazo para todos desde la añoranza y el calor de la familia con la que nos esté permitido compartir.