Recuerdo todavía hoy la primera imagen de u niño Jesús de Praga en la vall de hebron
Nací en el
Valle de Hebron.
Los cántaros de
agua fresca me unían a la abuela de
San Miguel. Después de los viajes hoy recojo el testigo de vida con mi nueva
familia que llevo todos los días en mi corazón.
Aprendí de San miguel el amor por la Tierra, el gusto por el gran vino criado en
casa y esa paciencia infinita que hace que los olore los sabores de esa escasa
huerta permanezcan en mi gusto y alfato.
Esa nueva familia que une el pasado con el futuro por muchos años que recoge la serenidad
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