Apreciados foreros/as: No es mi costumbre escribir en los foros, primero por falta de tiempo, segundo por no herir la sensiblidad de nadie, como en foros cercanos a éste veo todo tipo de discrepancias al respecto, caso juez Garzón, quiero exponer mi opinión. Realmente (me cuesta escribir exjuez) es un símbolo, cuya caída celebra el PP porque se consideró perseguido por él y ahora sólo le falta mostrarlo como un trofeo. Para gran parte de la izquierda, es una víctima que simboliza su propia derrota y la persecución de un héroe, que al intentar perseguir los crimenes del franquismo, permetiría revisar moralmente el resultado una guerra perdida hace setenta años.
En el pensamiento de la mayoría de nosotros ocurre algo parecido: quienes hemos ensalzado el papel de Garzón durante lustros, quienes hemos alavado su valentía frente al narcotráfico, quienes hemos valorado su desmontaje del entramado etarra, tenemos dificultades para entender que sea despachado para la historia con el veredicto de prevaricador. Aceptamos todo lo demás: que ha cometido errores debidos a la improvisación, que se ha excedido en sus competencias, que interpretó las leyes con osadía o que se ha creído un elegido entre todos los demás juezes. Pero entre esa valoración humana y la descalificación absoluta que supone la prevaricación hay un tramo difícil de recorrer.
En el pensamiento de la mayoría de nosotros ocurre algo parecido: quienes hemos ensalzado el papel de Garzón durante lustros, quienes hemos alavado su valentía frente al narcotráfico, quienes hemos valorado su desmontaje del entramado etarra, tenemos dificultades para entender que sea despachado para la historia con el veredicto de prevaricador. Aceptamos todo lo demás: que ha cometido errores debidos a la improvisación, que se ha excedido en sus competencias, que interpretó las leyes con osadía o que se ha creído un elegido entre todos los demás juezes. Pero entre esa valoración humana y la descalificación absoluta que supone la prevaricación hay un tramo difícil de recorrer.