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Hace unos meses hemos comprado mi compañera Pitita y yo un Jaguar del 80. La antigualla es una verdadera joya para andar sin prisa por estas carreteras.
El sábado por la noche nos paró tráfico en el enlace de Erosa y, aproximándose a mi ventanilla, me dijo el guardia:
--Buenas noches. Control de alcoholemia. ¿Ha bebido usted algo en el día de hoy?
Este servidor se rascó pensativo el occipital un par de segundos antes de contestar:
--Pues mire usted, señor guardia: Venimos de un banquete de boda. Ya durante la misa, estuve en el bar, frente al templo, y me soplé cuatros vermús. Durante el almuerzo cayeron dos botellas gran reserva de Ribera de Duero y una de albariño muy fresquita. Y, por último, en la sesión de discoteca me metí una botella de Chivas, etiqueta negra, entre pecho y espalda,...
--Hombre, por Dios, que vamos a hacerle la prueba de alcoholemia aplicándole la nueva normativa, o ¿es que usted no se ha dado cuenta que soy policía de tráfico?
Esta vez me rasqué la mamola con una sonrisa diabólica, para terminar espetándole:
--Claro que sí, señor guardia. ¿Y usted no se ha dado cuenta que este coche es un modelo inglés, que lleva el volante en aquella otra ventanilla?
Ni que decir tiene que nuestra adorada Pitita, después de comulgar en misa, sólo se había tomado tres botellitas de agua azul...
Por otra parte, como durante tantos años de milicia he gozado del servicio de chófer, ahora no me da por conducir.
Ni por beber.
El sábado por la noche nos paró tráfico en el enlace de Erosa y, aproximándose a mi ventanilla, me dijo el guardia:
--Buenas noches. Control de alcoholemia. ¿Ha bebido usted algo en el día de hoy?
Este servidor se rascó pensativo el occipital un par de segundos antes de contestar:
--Pues mire usted, señor guardia: Venimos de un banquete de boda. Ya durante la misa, estuve en el bar, frente al templo, y me soplé cuatros vermús. Durante el almuerzo cayeron dos botellas gran reserva de Ribera de Duero y una de albariño muy fresquita. Y, por último, en la sesión de discoteca me metí una botella de Chivas, etiqueta negra, entre pecho y espalda,...
--Hombre, por Dios, que vamos a hacerle la prueba de alcoholemia aplicándole la nueva normativa, o ¿es que usted no se ha dado cuenta que soy policía de tráfico?
Esta vez me rasqué la mamola con una sonrisa diabólica, para terminar espetándole:
--Claro que sí, señor guardia. ¿Y usted no se ha dado cuenta que este coche es un modelo inglés, que lleva el volante en aquella otra ventanilla?
Ni que decir tiene que nuestra adorada Pitita, después de comulgar en misa, sólo se había tomado tres botellitas de agua azul...
Por otra parte, como durante tantos años de milicia he gozado del servicio de chófer, ahora no me da por conducir.
Ni por beber.
