CUANDO LLEGO A CASAIO
Cuando llego a Casaio,
siento que el cariño de mi pueblo
despierta mis sentimientos
y un paraíso de amor
se adentra en mi corazón,
con el aliento y el consuelo
que me acerca tanto al cielo,
cuando llego a mi pueblo.
Cuando miro esas montañas,
veo el cielo tan cerca,
que un concierto de emoción
enciende todo el fervor
que abraza el cariño
en mi corazón de niño
que corre por ese pueblo
donde tengo tantos amigos.
Cuando paseo por el Cementerio
voy leyendo todos los nombres
de los que al cielo se fueron,
y siento resonar sus voces
que a mi me están diciendo:
Vete preparándote Anselmo
que ya te queda poco tiempo.
Aprovecha bien el tiempo
que a ti te han prestado
y tendrás que devolverlo.
Al ver la Torre de mi pueblo
con su elegante campanario
y sus sonoras campanas,
siento que llaman por las almas
para que acudan a rezar,
ante Santa María de Casaio
que es la eterna Patrona
que nos lleva a la Gloria.
Cuando llego a Casaio,
siento que el cariño de mi pueblo
despierta mis sentimientos
y un paraíso de amor
se adentra en mi corazón,
con el aliento y el consuelo
que me acerca tanto al cielo,
cuando llego a mi pueblo.
Cuando miro esas montañas,
veo el cielo tan cerca,
que un concierto de emoción
enciende todo el fervor
que abraza el cariño
en mi corazón de niño
que corre por ese pueblo
donde tengo tantos amigos.
Cuando paseo por el Cementerio
voy leyendo todos los nombres
de los que al cielo se fueron,
y siento resonar sus voces
que a mi me están diciendo:
Vete preparándote Anselmo
que ya te queda poco tiempo.
Aprovecha bien el tiempo
que a ti te han prestado
y tendrás que devolverlo.
Al ver la Torre de mi pueblo
con su elegante campanario
y sus sonoras campanas,
siento que llaman por las almas
para que acudan a rezar,
ante Santa María de Casaio
que es la eterna Patrona
que nos lleva a la Gloria.