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CASAIO: Para empezar a cantar...

Para empezar a cantar
hemos de pedir licencia,
al glorioso San Gil
con humilde reverencia.

También a los Obispos
que esta misa celebran,
y en el nombre de Cristo
la Lay de Dios nos enseñan.

Por cumplir el ofrecimiento
una devota de Santiago,
queire implorar por su hijo
que a la guerra lo llevaron.

A peleas con los moros
aquella gente tan brava,
y también con los traidores
que no hay familia más mala.

Por la devoción al Santo,
mi querida madre contempló,
como entre miles de muertos,
salvo y sano lo sacó.

Sabed que en los peligros,
lo mejor es tener fervor
y acordarse de los santos
que son medianeros de Dios.

Sobretodo de Santiago
Patrón de la grande España,
que con su gloriosa espada
nos defiende cuerpo y alma.

De rodillas y con fervor,
pido la San Gil Glorioso,
los alcances del Señor
para verle en el cielo glorioso.

Adiós San Gil divino,
adiós amparo de España;
acuérdate de Casaio
que hoy tus glorias ensalza.

Este ramo lo aprendió mi madre siendo una niña, y a los noventa años lo recitó el dia de San Gil en la Misa Mayor ante los Obispos D. Camilo y d. Eloy.