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EL VIEJO CASTAÑO
Ese viejo castaño
que está junto a San Gil,
tiene el tronco quemado
por los malvados rayos
que lo tienen achicharrado.
Ese castaño centenario,
fue el que la Ermita libró
de aquel ardiente rayo
que venía hacia el tejado
de la Casa de Dios.
Aunque está quemado
ese viejo castaño,
aun florece su vida
para poder dar sombra
a todo el que se le arrima.
Dios quiera que nunca venga
algún malvado leñador
y haga del castaño leña
para el fuego abrasador
que en Casayo todo quema.
Dentro del viejo castaño
está el devoto Anselmo
que con sus ochenta años,
encuentra al estar dentro,
un sentimiento sagrado
como si estuviera en el cielo.
Ese viejo castaño
que está junto a San Gil,
tiene el tronco quemado
por los malvados rayos
que lo tienen achicharrado.
Ese castaño centenario,
fue el que la Ermita libró
de aquel ardiente rayo
que venía hacia el tejado
de la Casa de Dios.
Aunque está quemado
ese viejo castaño,
aun florece su vida
para poder dar sombra
a todo el que se le arrima.
Dios quiera que nunca venga
algún malvado leñador
y haga del castaño leña
para el fuego abrasador
que en Casayo todo quema.
Dentro del viejo castaño
está el devoto Anselmo
que con sus ochenta años,
encuentra al estar dentro,
un sentimiento sagrado
como si estuviera en el cielo.