Sin
San Rosendo, monje, prelado y caudillo gallego del siglo x cuya presencia en la
historia medieval de
Galicia es una de las más brillantes y sugestivas, no hubiera Sido
Celanova lo que fue. Pero San Rosendo hijo de los condes que señoreaban estas tierras en la Edad Media, eligió ese paraje para eregir la más importante fundación monástica de su vida: el
monasterio benedictino celanovense