Qué lástima que se deje morir este caserón. De niña recuerdo por sus aledaños la feria y las pulpeiras. Y los jueves, el vendedor de coplas en papeles de colores, ponía la nota medieval en el mercado.
Me gustaría conocer exactamente la ubicación de este caserón, no se si es a los fondos de la alameda, donde se hacía la feria, porque mí abuela en los años 1955 tenía una taberna y la gente compraba el pulpo en la feria e iba a la taberna que brindaba mesas y bancos y servicios de pan y vino y en algunas ocasiones, la abuela preparaba unos callos exquisitos. El nombre de la abuela materna era Estrella. Roberto