Indudablemente que con el tiempo todo cambia y solo la historia puede traer esos recuerdos que también forjaron el presente. si ni coches circulaban por la villa y era un traginar de gente en la Alameda, Feiron, Plaza Mayor, Rúa Encarnación, gente entrado a la iglesia por su devoción. Como la concurrencia de caminantes que llegaban de los pueblos más cercanos. Yo era un niño pero son recuerdos que están en mis retinas y a pesar del tiempo no se borran.