La entrada a uno de los barrios de la parroquia, desde la carretera que se empina para proporcionar una vista general del fondo del lugar, con las casas del Casarello y Onde o Santo (en torno a la iglesia). Muchas veces desde aquí (o un poco más arriba), en los veranos de de mi infancia, cuando iba de paseo hacia la Regueira o Vilouxe, me paraba a ver a mi abuela Manuela sentada en la puerta de su casa. Eran tradiconales los saludos siempre repetidos
-Tía Manuela, ¿qué fai?
-Eiquí nada.
-Tía Manuela, ¿qué fai?
-Eiquí nada.