Desconozco el motivo de que haya venido a parar a esta página el romance de Alvaro de Saavedra y el comienzo del Quijote (y desconozco también a qué obedece la presencia de “La Canción del Pirata” al pie de la foto noº 10).
¿Habrá puesto las poesías alguien que como yo haya tenido que aprenderlas de memoria y recitárselas al maestro en la escuela de este pueblo?
“Un castellano leal” era, creo, la más larga de todas (aquí sólo está la primera de sus cuatro partes), seguida de “La canción del pirata” y de “Dos nidos” de Gabriel y Galán.
Había muchas otras de figuras señeras de la literatura en lengua castellana como Ventura Ruiz Aguilera (“Los pajarillos sueltos”), Olegario Victor Andrade (“Ven para acá me dijo dulcemente / mi madre cierto día…”) o Bernardo López García (“Guerra gritó ante el altar / el sacerdote con ira…”).
Por supuesto que, al lado de tan señaladas figuras, y dado el limitado tamaño de los libros, no había espacio (al menos en las cabezas de los pedagogos del Régimen) para poetas de segunda fila como Miguel Hernández, García Lorca, Antonio Machado, etc. Etc. Etc.
Antonio.
¿Habrá puesto las poesías alguien que como yo haya tenido que aprenderlas de memoria y recitárselas al maestro en la escuela de este pueblo?
“Un castellano leal” era, creo, la más larga de todas (aquí sólo está la primera de sus cuatro partes), seguida de “La canción del pirata” y de “Dos nidos” de Gabriel y Galán.
Había muchas otras de figuras señeras de la literatura en lengua castellana como Ventura Ruiz Aguilera (“Los pajarillos sueltos”), Olegario Victor Andrade (“Ven para acá me dijo dulcemente / mi madre cierto día…”) o Bernardo López García (“Guerra gritó ante el altar / el sacerdote con ira…”).
Por supuesto que, al lado de tan señaladas figuras, y dado el limitado tamaño de los libros, no había espacio (al menos en las cabezas de los pedagogos del Régimen) para poetas de segunda fila como Miguel Hernández, García Lorca, Antonio Machado, etc. Etc. Etc.
Antonio.