Este
pozo, como anecdota particular, me recuerda a mis padres, porque aquí, en esta
casa vivía Tío Emilio, el cartero de toda la vida de Escornanois, mis padres, como muchos, eran emigrantes, yo esperaba con ansia las cartas, por eso no esperaba que me las diera el cartero y las iba a buscar a su casa. Si tenía carta, me volvía leyéndola, si no, bebía
agua en este pozo.
J.R.