Amigo Pepe, para tí, toda la razón, cuando bajabas de la capilla, subía yo para llegar hasta la iglesia, cuando llegué al atrio, mirando las campanas, me tentó la idea de subir al campanario, esa tentación y yo no éramos desconocidos, pero a diferencia de otros encuentros, esta vez si ténía autorización para subir...y subí...era la primera vez que lo hacía. Desde alli, viendo la casa del cura derrumbada, los techos de las casas hundidos, mirando la fecha de fundición de las campanas...estaría arriba unos 15 minutos, hice unas fotos en todas direcciones, pero solo pasó una persona mientras tanto...eso demuestra lo que dices Pepe, que en fechas que no son de vacaciones el pueblo está en un letargo contínuo, pero es difícil dar con una solución para hacer atractivo el pueblo para la juventud, hace mucho que empezó esta historia, cuando el Mangana llevaba los emigrantes para Alemania, a los estudiantes para los Milagros opara Orense...incluso mucho antes cuando los abuelos se fueron a Cuba...nos hemos acostumbrado a la sangria de la emigración, tu padres, los mios, yo mismo, hicimos de la morriña el billete para irnos...pero quien sabe, el mundo está cambiando, demasiado de prisa, creo, y quizás un día, cambiemos el Ibex 35 por unos cuantos conejos y gallinas..si no es demasiado tarde para éstas últimas, y seamos mas felices, si la felicidad decide retornar a nuestro pueblo no sólo de vacaciones.
Mis saludos para vosotros, voy bajando del campanario...que no es Agosto y baja el aire frío de la Sierra.
Juan.
Mis saludos para vosotros, voy bajando del campanario...que no es Agosto y baja el aire frío de la Sierra.
Juan.