Ayer hablé con mi padre que todavía está de vacaciones en Escornabois, me decía que ya empieza a hacer "un frío de carallo" después de este verano tan caluroso que hemos tenido.
Le traspasé el encargo para que vaya escribiendo todas las historias que se le ocurran para la página web, con eso se echó unas risas y me dijo: "caramba como ha cambiado el cuento, cuando eras pequeño me decías que no te explicara rollos y hoy en día eres tú el que me pide que te los explique".
Dicen que la relación padres hijos es una historia de ida y vuelta, cuando somos pequeños nuestro padre lo sabe todo, es la persona que más cosas sabe de este mundo y siempre decíamos "cuanto sabe mi padre". Cuando somos adolescentes, de repente, nuestro padre es como un antiguo dinosaurio, desfasado y de otro tiempo, y decíamos "mi padre no se entera de nada". Al final cuando somos mayores, acabamos diciendo "cuanto sabía mi padre". Los que en esta última etapa hemos tenido la oportunidad de decir "cuanto sabe mi padre", en lugar de "cuanto sabía", hemos de ser conscientes de la gran suerte que ello supone. En definitiva, la grandeza del conocimiento de nuestros mayores.
Por cierto Bito, tu padre, el "tío Xaneiro" siempre ha explicado unas historias estupendas, toda la vida, desde pequeño, me ha encantado escucharlas.
Saludos a todos, Pepe.
Le traspasé el encargo para que vaya escribiendo todas las historias que se le ocurran para la página web, con eso se echó unas risas y me dijo: "caramba como ha cambiado el cuento, cuando eras pequeño me decías que no te explicara rollos y hoy en día eres tú el que me pide que te los explique".
Dicen que la relación padres hijos es una historia de ida y vuelta, cuando somos pequeños nuestro padre lo sabe todo, es la persona que más cosas sabe de este mundo y siempre decíamos "cuanto sabe mi padre". Cuando somos adolescentes, de repente, nuestro padre es como un antiguo dinosaurio, desfasado y de otro tiempo, y decíamos "mi padre no se entera de nada". Al final cuando somos mayores, acabamos diciendo "cuanto sabía mi padre". Los que en esta última etapa hemos tenido la oportunidad de decir "cuanto sabe mi padre", en lugar de "cuanto sabía", hemos de ser conscientes de la gran suerte que ello supone. En definitiva, la grandeza del conocimiento de nuestros mayores.
Por cierto Bito, tu padre, el "tío Xaneiro" siempre ha explicado unas historias estupendas, toda la vida, desde pequeño, me ha encantado escucharlas.
Saludos a todos, Pepe.