ESCORNABOIS: Ahora que te veo desde tan lejos, me arrepiento de...

Ahora que te veo desde tan lejos, me arrepiento de las veces que pasé a tu lado y ni siquiera levanté la mirada. Me arrepiento de no dedicarte un miserable par de minutos de los de aquella época, porque los dos minutos de hoy, en este lugar, tienen su valor, pero cuando yo pasaba a tu lado sin mirarte, los minutos eran insignificantes, pues el tiempo se medía por semanas, de misa a misa, por la compra de cigarrillos, también cada semana al salir de misa…por eso, ahora, cuando tengo la fortuna de pasar a tu lado, no sólo te miro, te toco, paso mis manos por tus detalles y acude a mi pensamiento la imagen del cantero que te saco del corazón de una roca anónima, para que entraras para siempre en nuestras vidas, puedes oir nuestros llantos en la pila bautismal y nos despides en el responso final.