Yo recuerdo cuando se juntaban los hombres para segar el diestro del cura (gratis claro) competían entre ellos a ver quien segaba mas derecho o quien llevaba el corte mas ancho...a mi me han contado que en tiempos de de. Manuel, mi abuelo Juan que era su sobrino, lo segó en un día, desde que salió el sol hasta que se puso. Hoy día, quedo mirando el tamaño del prado, y me da la sensación que yo no lo segaría ni con una segadora mecánica. Encima tenían que parar para "crabuñar" (afilar) la guadaña...madera de superhombres.