en esta casa tuve el gran honor de estar, alli, la madre de mi tia Maruja, Encarnación, e. p. d., nos deleitaba siempre con sus empanadas, chorizos, dulces, todo lo que ella tuviese, porque era todo corazón, a veces veniamos muertos de hambre desde corgomo y nunca nos faltaba nada, eramos niños de 10 12 años, realmente y en general tengo unos inolvidables recuerdos que serían muy largos de plasmar aquí, en los mismos incluyo a mis tio Manolo,, maruja y mis primos y tampoco podria olvidarme de nuestros queridos, Estrella y José, saludos a tod@s, Jesus Prada.