Hoy nos detendremos en leer una resumida
historia relativa al
monasterio de
Melón, desde sus orígenes hasta su abandono, tomada de la síntesis que presenta sobre este tema, la interesante página web: historiadegalicia. fiestras. com, para poco a poco, ir tocando puntos, en sucesiva entregas, relativos a diversos aspectos de la historia de este monasterio, que han experimentado cambios gracias a la investigación realizada en la actualidad:
"Monasterio de Melón: las
ruinas del que fue uno de los mayores terraterientes del
medievo." La falta de
fuentes documentales dificulta el precisar sus orígenes. Algunos autores lo relacionan con el antiguo monasterio de Bárcena y otros con el antiguo coto de Melón. También es dificil saber quien otorgo sus privilegios, si fue Alfonso VII en 1142 o si fue la condesa doña Fruela Fernández quien se lo donó al Cister en 1158. Todo se vuelve más confuso cuando el Abad Giraldo coincide en documentos de 1159 con el de Bárcena.
Durante el siglo XIII este monasterio se hizo, mediante donaciones y adquisiciones, con grandes propiedades, no sólo en la actual provincia de Ourense (Melón, Ribadavia, Avión, Allariz y Verín), si no también en la costa
pontevedra (Vigo, Morrazo, Redondela, Porriño, Creciente, A Cañiza y Salvatierra). Estos últimos quizas fueran motivados por la necesidad de dar salida al producto de su cotos inmediatos, el vino del Ribeiro.
La
iglesia románica, construída entre los siglos XII y XIII, disponía de planta de ruz latina, con tres naves de siete tramos y crucero de dps en cada brazo. Las
capillas laterales están situadas en los
ábsides semicirculares y el tramo presbiteral producía una girola que da lugar a tres capillas radiales. En el siglo XVI pasa a depender de la Congregación de Castilla y se modifica profundamente la estructura de la iglesia con poca fortuna. Así, desùés de la Desamortización y ya en manos privadas, se empieza a sopechar sobre la solidez del templo y en 1885 un rayo destruye la construcción dejando sólo en pie el
altar mayor. En Junio de 1961 el conjunto es declarado
Monumento Nacional y en 1983 se recomienda su cierre definitivo.
A pesar de su estado de abandono y
ruina, este monasterio evoca el esplendor del Cister en la Edad Media. Dejamos el
coche a pocos metros de la tíìca
puerta monasterial en la que podemos ver los
escudos del Cister, las imágenes de los fundadores de la Orden y presidiendo todo una
hornacina con la imagen de la
Virgen María. Esta zona esta bastante bien conservada. Una vez que se pasa la puerta estamos en el
patio con la
fachada monasterial al frente, la iglesia y el
cementerio y los restos de una robusta arcada a la derecha.
El recinto monacal esta cerrado al público y es peligrosa su visita debido a su estado de ruina. En la actualidad se están ejecutando algunas obras de consolidación que a mi modo de ver serán insuficientes debido a la degradación a que ha llegado.
De la obra La
Galicia de los
Monasterios recogemos la descripción del conjunto en el momento de la Desamortización:
"Según este documento, el monasterio contaba con dos
claustros. En el lienzo septentrional del
claustro principal se encontraba la Celda Abacial, con otras piezas, todas con
balcones voladizos. A poniente se situaban cinco celdas para oficiales y huéspedes, mientras a naciente se hallaban tres piezas dedicadas a la servidumbre. El lienzo meridional contaba con otra Celda Abacial, la de
invierno, con cinco balcones, un cuarto para el criado y una celda parael mayordomo o cillerero. Por de estas deoendencias se extendían un par de
paneras, al norte; un cuarto para criados y dos caballerizas, al oeste; dos celdas para el cura y el portero y un cuarto para los careteros, al sur y una
bodega, al este, con
ventanas al norte y una entrada por el mediodía, junto a la que, en una bodeguita, se guardaba el vinagre.
En el Claustro Regular se disponían la cocina, el
coro, la Sala Capitular y el dormitorio, con una
biblioteca a su izquierda y un calefactorio a su derecha, con entrada al archivo. El dormitorio alto contaba con veintitrés celdas y el de abajo con trece, más las seis correspondientes al noviciado".
En este segundo claustro aún se pueden apreciar interesantes elementos constructivos que nos evocan la grandiosidad de este monasterio. También el prado y los restos de los ornamentos de pilares,
capiteles y cornisas dan testimonio de su época de esplendor...".