Pasando su potestad, posteriormente, a varios poderosos linajes como los Ulloa, los Zúñiga, los Viedma, los Fonseca, los Acevedo o los Duques de Alba. En 1366 el
castillo obtuvo importancia al reunir a consejeros en el fuerte, donde Pedro I el Cruel estuvo refugiado una parte de la guerra civil que le enfrentó a su hermanastro Enrique de Trastámara. Pero la ofensiva continúa con una serie de alianzas entre los enfrentados. Juan Rodríguez de Viedma apoya a Enrique y queda sitiado en Allariz por Fernando de Castro, partidario de Don Pedro; por lo que debe huir, refugiándose en el castillo y afrontando allí a su perseguidor. Cuando la guerra civil concluye, el nuevo rey, ya Enrique II le concede el dominio de
Monterrei.