Encontré a la
Virgen aquí, entre este pedregal cuando me acerqué al Sil para hacer unas
fotos. Sus "guardianes" estaban atareados poniedo a punto las
barcas para comenzar la
fiesta. Les pregunté ¿y si hubiese secuestrado a la Virgen?, ellos me contestaron... todo Villoria se te echaría encima. (Una pequeña anécdota).