Era el año 1974, (no me acuerdo concretamente que mes era) yo tenía 17 años y en aquel entonces participabamos con nuestro grupo de la O. J. E. (Organización Juvenil Española) en una actividad de conviencia en el pueblo de Olelas.
Llegamos andando desde Entrimo, y llovía incesantemente.
Despues de pedir permiso para acampar al Alcalde Pedaneo (no me acuerdo del su nombre), montamos nuestras tiendas de campaña.
Al poco tiempo aparecieron en lugar de acampada varios vecinos que viendo como estaba todo enfangado, nos ofrecieron trasladarnos a la escuela del pueblo que estaba sin uso.
No fué así, la generosidad de las gentes de este pueblo tan entrañable, quedo demostrada enseguida, al alojarnos por grupos de dos en dos (seríamos unos ocho) en las distintas casas.
Fueron unos pocos días, pero de intensa convivencia, nos ofrecieron lo que tenían, poco o mucho, a mi me tocó con un compañero alojarnos en la casa del Alcalde Pedaneo, que junto con su mujer se deshacian en hospitalidad,
Otros en la casa del Sr. Benito (este tendría en aquel entonces unos cincuenta años)
Nuestro centro de reunión éra la taberna del pueblo que a su vez era tienda etc.. Allí hicimos inclusive un baile (estaban entre otras chicas, las sobrinas del Sr. Benito que vinieron a pasar unos días de Francia) con un tocadiscos de los de la época, hasta que se fué la luz, cosa que por otra parte era muy frecuente.
En fín si alguien lee este mensaje y es familiar de toda esta gente de aquella epoca que tan bien nos trató, le mando mi más cariñoso saludo, por que a las personas no hay que medirlas por lo que tienen si no por lo que dan y ellos nos dieron todo su cariño y sus hogares.
Afectuosamente
Enrique Piñeiro Iglesias
Llegamos andando desde Entrimo, y llovía incesantemente.
Despues de pedir permiso para acampar al Alcalde Pedaneo (no me acuerdo del su nombre), montamos nuestras tiendas de campaña.
Al poco tiempo aparecieron en lugar de acampada varios vecinos que viendo como estaba todo enfangado, nos ofrecieron trasladarnos a la escuela del pueblo que estaba sin uso.
No fué así, la generosidad de las gentes de este pueblo tan entrañable, quedo demostrada enseguida, al alojarnos por grupos de dos en dos (seríamos unos ocho) en las distintas casas.
Fueron unos pocos días, pero de intensa convivencia, nos ofrecieron lo que tenían, poco o mucho, a mi me tocó con un compañero alojarnos en la casa del Alcalde Pedaneo, que junto con su mujer se deshacian en hospitalidad,
Otros en la casa del Sr. Benito (este tendría en aquel entonces unos cincuenta años)
Nuestro centro de reunión éra la taberna del pueblo que a su vez era tienda etc.. Allí hicimos inclusive un baile (estaban entre otras chicas, las sobrinas del Sr. Benito que vinieron a pasar unos días de Francia) con un tocadiscos de los de la época, hasta que se fué la luz, cosa que por otra parte era muy frecuente.
En fín si alguien lee este mensaje y es familiar de toda esta gente de aquella epoca que tan bien nos trató, le mando mi más cariñoso saludo, por que a las personas no hay que medirlas por lo que tienen si no por lo que dan y ellos nos dieron todo su cariño y sus hogares.
Afectuosamente
Enrique Piñeiro Iglesias
Hola Enrique, soy Jaime hijo de Benito. En esa época tenia 13 anos y me acuerdo de cuando habeis llegado y acampasteis en un terreno, propiedad de mi padre (la tapada do forno), que ahora es donde tengo mi casa. Me acuerdo tambien de las photos que habeis enviado a mi padre que estan cuardadas en casa. En dia de hoy vivo en suiza con mi familia y me alegro que te acuerdes de la gente del pueblo.
Un saludo
Jaime
Un saludo
Jaime
Hola Jaime:
Es una sorpresa saber que, un hijo del Sr. Benito me haya contestado al mensaje que escribi sobre Olelas.
Bueno, los años pasan y aqella fué una epoca muy distinta a la de hoy, claro.
Cada uno hizo su vida donde el destino le llevo, pero el recuerdo pervive y es ese recuerdo, el de las personas buenas el que debemos guardar siempre con un gran cariño.
Hoy tenemos de todo, coches, moviles etc y no necesitamos de nadie... antes no teníamos nada, pero eramos mas solidarios, más humanos, en fín.
No se si tu padre vive o nó, pero de cualquiera de las maneras y de una forma u otra, dale un especial abrazo de parte de Enrique.
Te deseo lo mejor por ese gran Pais, y veo que tu destino te afinco ahí.
Olelas, un bonito y encantador pueblo.
Un afectuoso saludo.
Enrique Piñeiro Iglesias
Es una sorpresa saber que, un hijo del Sr. Benito me haya contestado al mensaje que escribi sobre Olelas.
Bueno, los años pasan y aqella fué una epoca muy distinta a la de hoy, claro.
Cada uno hizo su vida donde el destino le llevo, pero el recuerdo pervive y es ese recuerdo, el de las personas buenas el que debemos guardar siempre con un gran cariño.
Hoy tenemos de todo, coches, moviles etc y no necesitamos de nadie... antes no teníamos nada, pero eramos mas solidarios, más humanos, en fín.
No se si tu padre vive o nó, pero de cualquiera de las maneras y de una forma u otra, dale un especial abrazo de parte de Enrique.
Te deseo lo mejor por ese gran Pais, y veo que tu destino te afinco ahí.
Olelas, un bonito y encantador pueblo.
Un afectuoso saludo.
Enrique Piñeiro Iglesias