El origen de la ciudad es
romano, aunque existen dudas sobre la etimología del topónimo
Orense. La primera teoría señala que fue bautizada por los
romanos posiblemente como «La ciudad del oro» (Auriense) por su enorme abundancia de este metal, lo que la convirtió en una importante ciudad de la provincia
romana de Hispania hasta que se agotaron sus reservas del apreciado metal dorado, que se podía encontrar en el curso del propio
río Miño.