Diversos autores llegan a la conclusión de que este
edificio se habría materializado en tres fases sucesivas coincidentes con la presencia de tres obispos en la diócesis, lo que abarca un
arco temporal desde la sexta o séptima década del siglo XII hasta mediados del siglo XIII. Por tanto, esta
catedral pertenece a un estilo
románico tardío, influido por el mundo cisterciense en algunos aspectos de la estructura arquitectónica y la
escuela mateana compostelana en lo relativo a lo escultórico (especialmente la decoración repleta de imágenes ya bastante naturalistas en las
portadas).