Después de unos muchos años sin visitar o Pereiro e regresado.
Sabor agridulce. Dulce por recordar momentos vividos, vidas compartidas y lugares pisados. Agrios momentos por ver sus
calles vacías,
casas caídas, sin escuchar el mugir del
ganado, sin tener que esquivar sus huellas en el
camino.
todo esto me entristece.
Pero nada me quitara aquellos momentos. los baños en el
rió que ahora parece muchísimo menos profundo. atravesar el
puente, también jubilado. junto a el, el nuevo puente y el nuevo tramo de
carretera que parece un postizo sin encajar en el entorno. Desluce el antiguo trazado. Pero quería volver, enseñarle a mis hijos donde viví tan buenos momentos y tan lejos de mi
casa.
solo espero que siga aquí durante muchos años, que sus raíces florezcan y sus calles (Aunque solo sea en
verano) vuelvan a escuchar las risas y los
juegos de muchos niños.