¡Qué guapa es tu hija, José! Vaya morenaza. Y el perro es un amor, tiene una cara de bueno... Lástima que el bandido ese lo encerró en el ascensor y no le dio la oportunidad de defender a su dueña, seguro que la hubiera defendido por instinto. ¿Cómo se encuentra tu hija? Espero que esté más animada. Renuevo mis abrazos y mi afecto; ahora que la he visto, la siento más cercana todavía.
Gracias O candil. No lo ha superado todavia (aun no han detenido al individuo), pero estamos en ello. Hoy ha vuelto al trabajo, y como puedes suponer no la dejamos ni a sol ni a sombra. Yo no sé si colgarme una tira de cupones y ponerme al lado del kiosco a vender también. De todas formas mi hija tiene un gran sentido del humor, y a todos los que se interesan por lo sucedido, se lo narra en plan humorístico y la gente se parte con ella. Claro que la procesión va por dentro. Un abrazo. José.