Este es una aldea tan chica que no llega a media docena de vecinos,, merece la pena subir desde las ermidas, por el
sendero ya que las vistas y
paisajes son impresionantes, desde
San Pedro hay otro
camino para llegar, cuando llegas a la aldea se divisa todo el entorno de
pueblos hasta Quiroga, llevad bocatas que el
agua y el vino lo pone la aldea que son muy hospilarios, aunque al principio sean reaccios a los visitantes cuando toman contacto son excelentes.