En estas fechas todo parece oler a recuerdos de antaño.- A esas cocinas llenas de manos al calor de la lumbre. A esos recuerdos de montaña desnuda ahora pinar frondoso.
Lleno de algarabía de juventudes que tiempo después emigrarían buscando sus sueños, una nueva vida, dejando atrás familia, amigos, una vez queridos y otras vez con sentimientos encontrados, pero al fin conformando la esencia de una propia vida. Pueblo vivo, entre gentes diversas, entre vistas diferentes, y entre aldeas correspondientes a situaciones y necesidades diferentes dentro de un mismo pueblo, un mismo nombre durante siglos. Orgullo todavía, hoy, para quienes lo llevan en su fuero interno, viviendo en ellos en su memoria y en la de los suyos.
Aquél pueblo hoy vacío recuerda los gritos de los pequeños, el cariño de sus mayores y la lejanía de quienes cruzaron mares en busca de un mundo mejor.
Esas épocas del año en que ninguno quisiéramos que nuestra memoria se tintara de la pérdida de seres queridos, pero que en más de un caso ha sido así. Algunos se preguntarían si en mi familia de Mones eso ocurrió y así fue. "Cabo de Año" a celebrar en recuerdo de los finados. Por estas fechas allí estaba en medio de las señaladas. Seguro que no el único caso. Pero al fin el de muchos.
Unos preguntaran la proximidad y certeza de encontrar a esa familia que antaño vivio en esas casas, pero lo importante es que vaya dónde esté, acompaña a mi memoria y permanece en mi vida.
Cierto es que respetar los ancestros nos conduce a nueva paz interior con la tierra que nos vio nacer.
Mones, hoy y siempre estará en mi corazón, y cada uno de nosotros lo lleva unido así por formar parte inseparable de su historia y de su vida.
Lleno de algarabía de juventudes que tiempo después emigrarían buscando sus sueños, una nueva vida, dejando atrás familia, amigos, una vez queridos y otras vez con sentimientos encontrados, pero al fin conformando la esencia de una propia vida. Pueblo vivo, entre gentes diversas, entre vistas diferentes, y entre aldeas correspondientes a situaciones y necesidades diferentes dentro de un mismo pueblo, un mismo nombre durante siglos. Orgullo todavía, hoy, para quienes lo llevan en su fuero interno, viviendo en ellos en su memoria y en la de los suyos.
Aquél pueblo hoy vacío recuerda los gritos de los pequeños, el cariño de sus mayores y la lejanía de quienes cruzaron mares en busca de un mundo mejor.
Esas épocas del año en que ninguno quisiéramos que nuestra memoria se tintara de la pérdida de seres queridos, pero que en más de un caso ha sido así. Algunos se preguntarían si en mi familia de Mones eso ocurrió y así fue. "Cabo de Año" a celebrar en recuerdo de los finados. Por estas fechas allí estaba en medio de las señaladas. Seguro que no el único caso. Pero al fin el de muchos.
Unos preguntaran la proximidad y certeza de encontrar a esa familia que antaño vivio en esas casas, pero lo importante es que vaya dónde esté, acompaña a mi memoria y permanece en mi vida.
Cierto es que respetar los ancestros nos conduce a nueva paz interior con la tierra que nos vio nacer.
Mones, hoy y siempre estará en mi corazón, y cada uno de nosotros lo lleva unido así por formar parte inseparable de su historia y de su vida.