Montañas antiguas la de mi Galicia. Sinuoso y serpeteante se muestra el Sil, con su paso cierto y jalando de monasterios y vino de la mejor catadura, aunque años atrás algunos de sus viñedos abandonados.
Hoy al amanecer recorreré los rincones del Mones que durante la niñez llenaban mis ilusiones, casi nunca cumplidas. Recuerdo, especialmente las horas de riego partidas, incluso las de la noche para dar al Troyal su cumplida catadura a su cosecha. Dirigirme hacia la igleisa, siempre presente y a su cementerio, del que poco se habla pero presente en el pueblo donde descansan tantas historias entre la juventud. Bajando O pazo la visión y los olores a la montañas y las viejas casas me hacen rejuvecer. Y allí está entre castaños una visita que pasan los años y recurdo ccariños. Los paseos con la familia tras alargar la tarde de Sol de plena calígura, o aquella soledad deseada quee tellevaba a recorrer el camino a Sampaio. Montaña, viñedos y esse conjunto de ovejas cuyo rebaños daba color. Hoy eso queda lejos, pero lo importante es que volverè a pasar por la que fuera de mis abuelos camino de la que fuera gente. Me dirigiré a la fuente, de la llamadsa O campo y por aquellos caminos serpeantes miraré al horizonte de los cuatro puntos y allí con sorporesa mi estrella favorita, que para todo aquel que ha vivido en San Miguel de Mones permanece en su corazón para toda la vida. Le debo la vida a San Miguel porque allí coompendí que la vida sólo tiene un tiempo y miles de lecturas y que la soiedad compartida que vivieron mis abuelos y la vida compartida que vivieorn mis padres nada tuvieron que ver con ninguna de ellos. No soy un extraño en Mones porque allí estaban mis raices, mi pasado y los padres que me dieron la vida. Eso y nada más que eso es lo que quiero llevarme el día que toque a ese cementario de San Miguel, Posiblemente un poco más deteriorado. Si en ese cementerio viviré para siempre aunque mi cuerpo ya no existirá. Así que Mones me dio la vida, una familia a la que respeto y quiero y se llevará a su tierra la pasión qeu sus gentes con miradas perdidas o presentes me dieron y me aydaron a forjarme en vida.
Gracias Mones por hacer de mi esa persona que representa la libertad,, el respeto por sus gentes y por sus lugares y la libertad y el coraje de mi propia historia una parte de Mones. Sea pues desconocido el que escrite quizás sea el no nacido en Mones, el más presentativo de la esencia de sus entes que ha llevado a todas las partes del mundo que ha recorrido y que son muchas su discuro que incluso se ha escuchado recientemente en la ONU
Muchos me conocen y nunca me ven ni recuerdan que soy pero yo soy su historia sus vidas que narro en alta voz en mi forma de ser y en mi forma de dar a conocer las ráices de un pueblo que otroa fue mas´fuerte que hoy que vive los momentos de un pueblo que se extingue.
Sí, el valor del tiempo dado y recibido, esa es la tarjeta que llevo de presentación a todo el mundo, ese es el mensaje mis lejanos descnedientes de la estapa siberiana me dejaron y hoy gracias a mi forman parte de ese San MIguel, que maltrecho caminaré hoy. POr eso mi pequeño homenaje a mi famlia de la que despediré para siempre con una mirada en el horizonte frente a la máxima incomprennsión de alguien que ama y amará la tierra de sus padres y su familia y que ha sido rechazado por ser diferente, por ser simplemente un pasajero del tiempo por Mones
Muchas gracias a Mones, a sus gentes, pero sobre todo al tiempo,, el cariño, el Amor que durante tantos años he recibido
Hoy al amanecer recorreré los rincones del Mones que durante la niñez llenaban mis ilusiones, casi nunca cumplidas. Recuerdo, especialmente las horas de riego partidas, incluso las de la noche para dar al Troyal su cumplida catadura a su cosecha. Dirigirme hacia la igleisa, siempre presente y a su cementerio, del que poco se habla pero presente en el pueblo donde descansan tantas historias entre la juventud. Bajando O pazo la visión y los olores a la montañas y las viejas casas me hacen rejuvecer. Y allí está entre castaños una visita que pasan los años y recurdo ccariños. Los paseos con la familia tras alargar la tarde de Sol de plena calígura, o aquella soledad deseada quee tellevaba a recorrer el camino a Sampaio. Montaña, viñedos y esse conjunto de ovejas cuyo rebaños daba color. Hoy eso queda lejos, pero lo importante es que volverè a pasar por la que fuera de mis abuelos camino de la que fuera gente. Me dirigiré a la fuente, de la llamadsa O campo y por aquellos caminos serpeantes miraré al horizonte de los cuatro puntos y allí con sorporesa mi estrella favorita, que para todo aquel que ha vivido en San Miguel de Mones permanece en su corazón para toda la vida. Le debo la vida a San Miguel porque allí coompendí que la vida sólo tiene un tiempo y miles de lecturas y que la soiedad compartida que vivieron mis abuelos y la vida compartida que vivieorn mis padres nada tuvieron que ver con ninguna de ellos. No soy un extraño en Mones porque allí estaban mis raices, mi pasado y los padres que me dieron la vida. Eso y nada más que eso es lo que quiero llevarme el día que toque a ese cementario de San Miguel, Posiblemente un poco más deteriorado. Si en ese cementerio viviré para siempre aunque mi cuerpo ya no existirá. Así que Mones me dio la vida, una familia a la que respeto y quiero y se llevará a su tierra la pasión qeu sus gentes con miradas perdidas o presentes me dieron y me aydaron a forjarme en vida.
Gracias Mones por hacer de mi esa persona que representa la libertad,, el respeto por sus gentes y por sus lugares y la libertad y el coraje de mi propia historia una parte de Mones. Sea pues desconocido el que escrite quizás sea el no nacido en Mones, el más presentativo de la esencia de sus entes que ha llevado a todas las partes del mundo que ha recorrido y que son muchas su discuro que incluso se ha escuchado recientemente en la ONU
Muchos me conocen y nunca me ven ni recuerdan que soy pero yo soy su historia sus vidas que narro en alta voz en mi forma de ser y en mi forma de dar a conocer las ráices de un pueblo que otroa fue mas´fuerte que hoy que vive los momentos de un pueblo que se extingue.
Sí, el valor del tiempo dado y recibido, esa es la tarjeta que llevo de presentación a todo el mundo, ese es el mensaje mis lejanos descnedientes de la estapa siberiana me dejaron y hoy gracias a mi forman parte de ese San MIguel, que maltrecho caminaré hoy. POr eso mi pequeño homenaje a mi famlia de la que despediré para siempre con una mirada en el horizonte frente a la máxima incomprennsión de alguien que ama y amará la tierra de sus padres y su familia y que ha sido rechazado por ser diferente, por ser simplemente un pasajero del tiempo por Mones
Muchas gracias a Mones, a sus gentes, pero sobre todo al tiempo,, el cariño, el Amor que durante tantos años he recibido