Santigoso pertenece al
ayuntamiento de
A Mezquita, municipio que ocupa la mayor parte de la Terra das Frieiras y constituye un territorio de tierras altas dominado por sierras y penillanuras, formadas sobre un antiguo zócalo fuertemente erosionado y fracturado; aparece marcado por el fenómeno megalítico, ligado a Tras-os-
Montes y al área Duero-Tormes, así como por una cultura de vida pastoril que irradió desde el Sistema Central y Sanabria hacia zonas del sureste gallego. En la romanización, excepto el extremo noreste que quedó bajo el influjo del Conventus Asturicensis, el resto del término formó parte del Bracarensis. Ya en la Edad Media, fue dominio de los condes de Monterrei y los Pimentel de Benavente. El lugar de Villavieja tuvo título de villa, siendo cabeza de una jurisdicción que comprendía
Cádavos,
Esculqueira,
Manzalvos, Mezquita, O Pereiro, y Santigoso, que eran de señorío real, nombrando el rey la justicia ordinaria;
Castromil era señorío del Marqués de Castelar, y
Chaguazoso del Conde de Amarante. La
casa-
palacio e
iglesia de A Mezquita pertenecieron a los marqueses de Láncara.
La vida de los primeros pobladores se refleja en los restos encontrados en el
Monte Castelo, cuya tipología responde al hábitat y características de los castros orientales, y en el que fueron halladas algunas
piedras labradas y vasijas. La
arquitectura civil tiene representaciones en el municipio, como el pazo de
San Martiño en A Mezquita, cuya
fachada presenta una interesante
puerta de
arco de medio punto y decoración de bolas, en la que aparece la fecha de 1480.
Santigoso es un
pueblo Ganadero y Agrícola, puesto que la totalidad de la gente que vive en el se dedica o dedicó a labores agrícolas.
Hay actualmente explotaciones de
ganado bovino tanto de leche como de carne.
El monte Castelo es el monte más significativo del pueblo y quizás de todo el Ayuntamiento de la Mezquita, tiene una altitud de 1364 metros y en el se encuentran infinidad de restos castrexos, desde una
muralla defensiva a castros.