Aldeano, una vez más tengo que felicitarte por las preciosísimas fotos que nos regalas. Qué lástima, tienes razón, que la casa donde has nacido (¡qué bonita que es!) se vaya muriendo. El encanto de las fotos, cargadas de sentimiento y añoranza, son de antología. Te felicito por el buen gusto.
Lo más bonito de todo y a pesar de la morriña arraigada en mi alma, es que ahora la casa en mia, pero la distancia impide en cierto modo echarle una mano para mantener piedra sobre piedra, teja sobre teja y ver todavía la esquina tiznada de humo y restos de ceniza en donde la lumbre baja me daba calor de niño. Si nosotros vivimos para morir, para acabar en polvo... dejemos que la naturaleza obre a su conciencia y sabiduría, quizás un día veamos sobre esas ruínas una bella mansión aunque sea para otro tipo de vida.
Da gusto ver que la página crece, ojalá esos convecinos, esos paisanos y familiares hagan florecer más si cabe los recuerdos pasados, pero no perdidos de aquella niñez.
Un saludo.
Da gusto ver que la página crece, ojalá esos convecinos, esos paisanos y familiares hagan florecer más si cabe los recuerdos pasados, pero no perdidos de aquella niñez.
Un saludo.