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En estos pasados días cercanos a la fecha de hoy, se ha producido un aciago acontecimiento contra un humilde arbusto el cual no hacía daño a nadie, intentado proceder a su desaparición, por un capricho del responsable de la corporación municipal de ese concello, según el cual el arbusto suponía un peligro evidente ya que formaba parte de la masa forestal que rodea a ese municipio. El acto en cuestión fue realizado con alevosía y premeditación sin mediar ningún tipo de conversación ni aviso de que se iba a proceder a las destrucción del arbolito en cuestión, creo que existe más biomasa que puede producir un incendio forestal que un humilde arbusto, el arbusto está muy agradecido por el trato recibido por parte de esa corporación y del esbirro enviado a cometer dicho acto vandálico. Existen muchos más problemas en el pueblo que el de ocuparse en destruir un pequeño arbusto (luminarias, baches, zarzas producidas por abandono, biondas sueltas y rotas en el puente que cruza a valdegodos...), además el arbusto, como si de un cadáver se tratara, no tuvieron ni la decencia de retirarlo del punto donde había sido cruelmente atacado. Hay muchas formas de hacerlas cosas bien o mal y en este caso la corporación municipal lo ha hecho de una manera pésima. Se despide alguien al que no le gustaría ir a casa de los demás a arrancar plantas.
Antonio Carralero
Antonio Carralero