Dos
hórreos de estructura de granito y cierres de madera sobre cepas apoyadas sobre un muro en la aldea de
Bóveda.
El término
hórreo tiene su origen en el latín horreum,
edificio destinado a guardar productos del
campo, especialmente el grano. Durante el Imperio
Romano, el término se utilizaba para denominar cualquier edificio destinado a conservar cosas de cualquier
naturaleza. Así, había hórreos que guardaban vino (horreum vinearium), mercancías (horreum penarium) o cualquier otro producto. Sin embargo, es frecuente encontrar comentarios sobre el uso del hórreo como
granero elevado y ventilado en poblados celtíberos, antes de la llegada de los
romanos, aunque no se puede establecer una relación formal con el tipo actual. De aquella época hay constancia arqueológica del uso de la avena, la cebada y el mijo como cereales panificables.
Información procedente de: http://www. arquitecturapopular. es/auxiliares/horreos-
camino-s anabres. htm