Así ha sido,
amigo. Guillermo ha emprendido el
camino del Padre, sin disfrutar del
atardecer de su vida.
Ahora no encuentro palabras para describir su pérdida.
Ha sido un perfecto regidor de los vecinos de nuestro
Ayuntamiento.
Entre nosotros queda, su siempre agradable carácter, su exquisito trato con todos, su disposición al servicio de los vecinos, y sus logros en forma de consecuciones del bienestar de todos. Ahí queda su obra.
Descanse en paz.