El Corredor dos Mouros tiene todo alrededor una especie de
balcón por el cual se puede dar toda la vuelta a la
roca, (con cuidado de no caer al precipicio, claro) y en la parte trasera hay este hueco un poco más grande, -como una
terraza- y desde ahí se ven unas bonitas vistas que traté de captar en estas
fotos.