Un antiguo indio cherokee dijo a su nieto: ‘Hijo mío, dentro de cada uno de nosotros hay una batalla entre dos lobos. Uno es malvado. Es la ira, la envidia, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras y el ego. El otro es benévolo. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la humildad, la bondad, la empatía, la verdad’. El niño pensó un poco y preguntó, ‘Abuelo, ¿qué lobo gana?’. El anciano respondió: ‘El que alimentas’