LA GUARDIA.
Pontevedra.
Galicia.
ESPAÑA. Castro de
Santa Tecla. Castro Celta.
El castro de Santa Tecla (Santa Trega en gallego) es un castro galaico y un sitio arqueológico que se encuentra en el contorno del
monte de Santa Tecla, de 341 metros de altitud, en el extremo más sudoccidental de Galicia, en el municipio de La Guardia (Pontevedra) es un lugar privilegiado desde el que se domina todo el contorno de la desembocadura del Miño. Pertene a la cultura castreña, el más emblemático y visitado de los castros gallegos. Fue declarado
Monumento Histórico
Artístico Nacional en el año 19312 y también tiene la consideración de Bien de Interés Cultural. En varias de las
piedras del monte se encuentran petroglifos elaborados 2.000 años antes de la ocupación del castro, por lo que, según la tesis mantenida por Antonio de la Peña
Santos, director de las últimas campañas de excavaciones sistemáticas en la década de los ochenta, tuvo una ocupación continuada entre los siglos I a. C., al poco de comezar el proceso de romanización de Galicia, y el siglo I d. C., y a partir de ese momento comenzó un lento proceso de abandono, que bien pudo haber sido interrumpido con reocupaciones esporádicas temporales en época tardorromana.
Las cabañas.
Casi todas ellas tienen plantas circulares u ovaladas y son exentas, no compartiendo paredes medianeras salvo contadas excepciones. También son excepción las pocas cabañas con planta rectangular y estas presentan, en su mayoría,
esquinas en
arco.
El grosor de sus paredes suele ser bastante uniforme, sobre 40 cm de media, y con un mejor acabado cara al exterior. La gran mayoría son de pequeñas dimensiones.
Se asientan directamente sobre la
roca madre y sus muros estarían recubiertos con un mortero de cal y arena. Restos de pigmentación encontrados indicarían que los recebados estarían tintados con distintas
colores.
Muchas de las cabañas presentan un vestíbulo de acceso que muchos autores entienden que se trata de un influjo mediterráneo adaptado a las características de las construcciones indígenas.
En el interior, algunas presentan bancos adosados y el pavimento en algunos casos es de terra pisada y en otros de losa. En muchos de los umbrales de entrada se pueden ver los goznes, agujeros en los que se ajustarían las
puertas.
En este castro se han encontrado una gran cantidad de jambas y dinteles monolíticos decorados con formas geométricas, sogueados, entrelazados. También se encontraron, empotrados en los muros, bloques monolíticos cilíndricos de no muy grandes dimensiones y con una de sus caras decoradas con formas geométricas como espirales, trisqueles, rosáceas o molinetes. Otros elementos, como peanas o los llamados amarraderos, 13 presentan decoraciones similares y también representaciones de animales.
Este tipo de decoración, según Antonio de la Peña Santos: pone de relieve la existencia de una plástica propia y peculiar del mundo castreño, producto de la asimilación y reelaboración de temas ornamentales de filiación mediterránea
En relación al sistema de techado la teoría tradicional que defiende una cobertura con
tejado cónico sustentado por un poste central no se encuentra refrendado por los hallazgos arqueológicos, ya que no se ha encontrado el agujero para fijar el poste central y en ese lugar central se acostumbran a encontrarse lareiras para la combustión. Por esta falta de referencia de los testimonios arqueológicos cabe pensar en un sistema de cubrición que descarga sobre los muros directamente. De la misma manera no existen pruebas que hagan rechazar la posibilidad de una cubrición en forma cónica, plana o a dos
aguas. Por otro lado si se tiene constatado el uso de materiales vegetales para su cubrición, reforzados por cuerdas tensadas por lajas perforadas (pesas) que colgarían del límite.
Como es lógico no todas las cabañas tendrían un uso habitacional, las viviendas serían aquellas de mayores dimensiones y con aparejo de mayor calidad (algunas con esos dinteles y elementos decorados ya mencionados), con vestíbulo y que presentan cuidados pavimentos de sablón y con lareiras en el centro de la estancia. En el vestíbulo se encontraría un
horno simple.
Otro grupo de construcciones, que se podrían denominar genéricamente almacenes, semejantes en número tendrían usos distintos a los de habitación por lo que presentan una tipología menos elaborada y una construcción menos cuidada que las habitacionales y con umbral más peraltado. En el interior de estas construcciones se encontraron restos de ánforas, algún
molino, cantos para tallar, etc.
Estas construcciones se adaptan al terreno con ayuda de pequeños muretes en
terrazas que delimitan el espacio. La distribución urbanística se caracteriza por la presencia de grupos de construcciones formando conjuntos perfectamente individualizados. Se trata de las conocidas como Unidades familiares (otros autores hablan de
Casas patio) conformadas por las correspondientes viviendas y almacenes estructuradas en torno a un pequeño patio común, muchas veces enlosado.
El urbanismo del yacimiento incluye una compleja red de
canales de evacuación de las augas pluviales situadas bajo los pavimentos y llanos, y en ocasiones en la superficie, esculpidas sobre la roca base y cubiertas con losas. En ocasiones estas aguas se canalizan cara a aljibes excavados en la roca y revestidos con una argamasa impermeabilizadora.
Esta ordenación interna del espacio aparece condicionada por la
muralla, posible primer elemento en ser levantado, lo que hace pensar a De La Peña Santos en la existencia de una planificación minuciosa previa a la edificación de las cabañas.
GEOGRAFIA DE LA GUARDIA.
COMARCA...................... Bajo Miño.
SUPERFICIE...................2 0,5 km².
GENTILICIO.................... Guardés, -esa
HABITANTES.................10. 193. h. 4.969 m. 5.224.
ALTITUD....................... .0 msnm.
Distancias
120 km a................ Santiago de Compostela
69 km a................. Vigo
115 km a............... Pontevedra
foto tomada por josé ramón el 17/09/2012