Aunque es de suponer que las gentes de La Guardia debían tener conocimiento de la existencia de restos de antiguas edificaciones en el
monte desde hace mucho tiempo, hay que subrayar que, cuando en el año 1745 el Padre Sarmiento visita La Guardia, no hace mención de ellos; sí cita el monte, la
ermita y su
romería. El primer descubrimiento del que se tiene constancia fue, en el año 1862, una
escultura de Hércules hecha en bronce que fue encontrada por unos canteros que trabajaban cerca de la ermita. Esta escultura fue robada del
museo en la década de 1970.