Esta etapa se centró en la
esquina septentrional del poblado. Las estructuras descubiertas en estas campañas y en las anteriores fueron consolidadas en estos mismos años por un equipo dirigido por Montserrat García Lastra Merino. Desde el año 1988 no se realizaron más trabajos arqueológicos. Ya en el año 1996 la Consejería de Cultura y
Deporte anunció en la prensa que emprenderían acciones para el aprovechamiento sociocultural de este yacimiento.