Una de las piezas
romanas más emblemáticas encontradas en el castro de
Santa Trega es el “Hércules de Tecla”. Se trata de una
escultura de bronce encontrada en 1861 y de la que no se ha vuelto a saber nada desde que fue robada en 1964. Cuando la citania galaico-
romana fue abandonada, allí siguieron sus construcciones, además de fragmentos de objetos de
cerámica y todo tipo de desperdicios –en el tiempo convertidos en tesoros–. Ese mundo de campesinos, ganaderos, pescadores, comerciantes, orfebres, alfareros o herreros sigue viviendo a través de ellos.