Eran símbolos de protección y de buen augurio. Las esvásticas están decoradas con aspas en diferentes sentidos, espirales, eslabones entrelazados… Aunque las pieza más valiosas y singulares del
museo, y las únicas de oro, son dos remates de torques. El torques era un collar que la élite guerrera celta utilizaba como
adorno junto a pendientes, pulseras y otras joyas. De forma circular, pero sin llegar a cerrarse, decoraban sus dos “puntas” sendas esferas, los remates.