Sin apenas desviarnos, en poco más de 2 minutos llegamos a la
Iglesia de
Santa María, un bonito templo de origen
románico reformado en el siglo XVI. Destaca por su
fachada principal barroca y por la alta
torre añadida ya en el siglo XIX. En cuanto a su interior, merece la pena pararse a ver su
retablo mayor del siglo XVIII dedicado a la
Virgen María.