De la época
romana encontramos restos en el mismo centro de la población, en el lugar de Saa, en O Castro y en Pintán. Después del siglo v llegó la conquista de los suevos que prolongarían el bienestar
romano, sin dejar evidencias arqueológicas y documentales. En la Alta Edad Media por la comarca del Bajo Miño se asentaron comunidades religiosas cristianas en varios cenobios, siendo los primeros referentes administrativos supeditados al obispo de Tuy.