A finales de la Edad Media la
iglesia parroquial se amplía para adaptarse al crecimiento de la población. La cuestión demográfica será determinante en el siglo xvi con la irrupción de varias pandemias que causarán una pérdida en la población. Con licencia de Felipe II, los Sotomayor promueven un
convento de comunidad de religiosas benedictinas independientes de la
casa madre de
San Paio de Antealtatres de Compostela.