El día 10 de marzo cruzan el río 600 soldados portugueses al mando del coronel Serpa mientras que las "alarmas" guardesas se ponen bajo las órdenes del capitán Juan de Almeida e Sousa que venía con otros 50 soldados; al llegar al castillo y tras parlamentar el coronel Serpa con el oficial francés este decide arriar la bandera francesa y entregar la posición volviendo a ser izada la bandera española y restituida a Fernando VII.