Cuando yo era niño, mi abuela me contaba que a la izquierda de este embarcadero cuando la marea estaba baja, si hacias un pequeño agujero en la arena salia un
fuente de
agua, a la cual los ciegos iban a labarse los ojos para poder algún día recuperar la vista. La realidad es que en el interior del viejo
edificio del
colegio, existe una
mina de agua, la cual se filtra entre la tierra hasta llegar a la
playa.
Cuantas veces habre escarbado yo en esa arena.