He pasado con mi marido y mis dos hijos quince dias de vacaciones en aldan y han sido las mejores. El paisaje, la tranquilidad, sus playas, las vistas, la paz, la serenidad, la comida y la amabilidad de sus gentes no la olvidaremos.hemos recuperado aficiones olvidadas como la pesca y hemos aprendido de nuevo a tomar el sol escuchando el silencio.perfecto.